La importancia de una red inalámbrica empresarial óptima
No hay nada más frustrante (y potencialmente perjudicial desde el punto de vista económico) que una red inalámbrica que no funciona correctamente. En muchos entornos de oficina, almacén o incluso asistencia sanitaria, los clientes móviles se desplazan por toda la instalación, lo que requiere una red inalámbrica bien diseñada y bien implementada para que las operaciones sean eficientes.
Las empresas que dependen de esta conectividad invierten una cantidad significativa de tiempo y dinero en configurar la red. Sin embargo, los requisitos de la red evolucionan constantemente y, sin una supervisión y evaluación continuas, el rendimiento puede disminuir con el tiempo.
Más allá de ocuparse de la conectividad cuando ya es una perturbación, la comprobación proactiva de un sistema es rentable, ahorra tiempo y dinero y evita la reducción de la productividad.
No confíes en la sintonización automática
Dependiendo del entorno, la mayoría de las redes inalámbricas que se instalan hoy en día están diseñadas para autoajustarse. Escuchan el entorno en busca de puntos de acceso, no sólo para su propia red, sino también para las redes vecinas que la rodean y se infiltran en ella.
La red intenta entonces tomar decisiones sobre cómo cambiar los niveles de potencia y la configuración de los canales para funcionar mejor dentro de sí misma y de su entorno. El problema es que no existe una solución que funcione bien por sí sola.
Normalmente, los puntos de acceso se intercambian entre sí varias veces a lo largo del día. Pero si un dispositivo está conectado a un punto de acceso, un controlador puede cambiar el canal y potencialmente abandonar esa conexión en función del entorno. Parece como si hubiera una red defectuosa, cuando en realidad el sistema se está autoajustando, pero no lo suficiente.
En su lugar, completar de forma proactiva una encuesta sobre el rendimiento de la red puede ajustar con mayor precisión el entorno en varios puntos a lo largo del año, en lugar de limitarse a asumir que el controlador va a hacerlo con precisión.
Programar revisiones periódicas
Intente programar una revisión de la red (inspección del sitio inalámbrico) al menos una vez al año, si no dos. Una cadencia semestral es ideal para garantizar una conectividad sólida sin lagunas entre las inspecciones.
Una cosa que hay que tener en cuenta es que, a pesar de que los controladores autoajustan sus redes de forma ineficaz, los entornos en los que operan los controladores evolucionan constantemente. Cada vez que una empresa rediseña sus plantas, añade paredes o reorganiza sus equipos, es probable que la señal inalámbrica no sea la que debería ser con la nueva configuración. Del mismo modo, los rediseños de almacenes son habituales cada pocos años (dónde van las estanterías, qué productos y materiales se almacenan en ellas, dónde se almacenan en esas estanterías, etc.). Las inspecciones anuales o semestrales de las instalaciones inalámbricas ayudan a eliminar o mitigar los problemas derivados de estos cambios.
Los propios estudios de cobertura inalámbrica pueden realizarse de forma rápida y sencilla. En el caso de instalaciones pequeñas o medianas, se pueden enviar tabletas para que la instalación realice su propio estudio inalámbrico del emplazamiento en función del proveedor. Para las empresas que utilizan TRGuna vez que la tableta está in situ, el operador llama a TRG, un ingeniero toma el control de la tableta de forma remota y el ingeniero realiza la inspección con el operador en tiempo real. Se tarda entre 20 y 30 minutos de principio a fin.
Para instalaciones más grandes, de más de 100.000 pies cuadrados, TRG enviará un ingeniero a la ubicación física. Utilizando su software de inspección, el ingeniero recorre la planta y, o bien 1) aplica los cambios inmediatamente, vuelve a realizar las pruebas y genera un informe, o bien 2) proporciona la información al cliente con recomendaciones sobre cómo resolver cualquier problema.
Decidir entre visitas virtuales o in situ
A menudo, las empresas que tienen ubicaciones muy dispersas tienden a dedicar mucho tiempo, recursos y esfuerzo a lo que se denomina un estudio de ubicación virtual. Este tipo de estudio consiste en una estimación generada por software de la cobertura inalámbrica basada en la ubicación estimada de los puntos de acceso. Aunque es rentable, este método no se recomienda como solución completa porque no es lo bastante preciso como para ofrecer una imagen completa del rendimiento inalámbrico y las razones que lo explican.
Los estudios de ubicación virtual intentan anticipar cuál será la cobertura de la señal a través de los materiales, la distancia y otros factores como la altura del techo. Sin embargo, no lo dicen todo y tienden a sobrestimar el número de puntos de acceso necesarios. De hecho, las empresas que utilizan este enfoque tienden a instalar entre un 25 y un 50 por ciento más de infraestructura inalámbrica de la realmente necesaria.
A menudo, un aumento de la infraestructura puede dar lugar a un aumento de las interferencias, lo que resulta en una red de bajo rendimiento con un coste significativamente mayor (no sólo el coste del hardware, sino también la mano de obra y los materiales para instalarlo).
Aunque un estudio in situ puede costar un poco más por adelantado, este método suele ahorrar mucho tiempo y dinero a largo plazo porque es mucho más preciso.
Revisión de los informes de salud inalámbricos para empresas
Los estudios de emplazamientos inalámbricos proporcionan a las empresas un informe que detalla el rendimiento general de su red inalámbrica, identifica problemas y muestra cómo se pueden solucionar las interrupciones. Se utilizan mapas de calor para mostrar cuántos puntos de acceso hay, la cobertura total de las instalaciones, las zonas con señales de mala calidad y otros datos.
El informe de la encuesta muestra qué tipo de canalización tiene la empresa, qué hacen sus puntos de acceso y si es la mejor configuración para ese entorno concreto. También muestra la velocidad de la red y lo que cabe esperar en cuanto a ancho de banda.
A menudo, TRG realizará la inspección del emplazamiento inalámbrico en lo que se denomina "inspección y puesta a punto". Los ingenieros de TRG visitarán la ubicación física, inspeccionarán el emplazamiento, identificarán cualquier problema y, a continuación, aplicarán los cambios recomendados inmediatamente in situ. El informe incluirá los mapas de calor iniciales, las recomendaciones para resolver cualquier problema y los resultados de las recomendaciones aplicadas.
Si tiene problemas de conectividad o está interesado en mantener sus sistemas inalámbricos al máximo rendimiento mediante un estudio de las instalaciones inalámbricas, póngase en contacto con nosotros para obtener más información sobre los servicios inalámbricos de TRG.
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Acerca de TRG
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